Para quienes están al tanto del culebron en el que nos vimos metidos en mi casa les cuento como siguieron las cosas. Para los demás lean por favor la entrada anterior.
El viernes a la tarde nuestro inquilino le avisa por celular a mi marido que a la noche viene a comer con su mujer... Qué??????????????? pregunté yo sin salir de mi estupor. Una cosa es darle "asilo" a alguien y otra cosa que se autoinvite para una cena con su mujer. Estamos todos locos!!! Vinieron. En un momento en el que estuve a solas con ella le expresé mi alegría porque se hayan arreglado a lo que me respondió -No, no nos arreglamos. Todavía faltan arreglar muchas cosas.
Ok, eso me da dos pautas por un lado que él todavía no se enteró que no se reconciliaron y por otro lado que dentro de poco (ojalá que no) vuelvo a tener inquilino.
Si alguien necesita gente rara me avisa y paso los teléfonos!
No hay nada como estar en casa tranquilos y solos!!!!
No gracias,mejor sola q mal acompañada.
ResponderEliminarSaludos
Vero
Viste!, la tranquilidad se la valora cuando se la pierde. Espero la tercer entrega de la novela!!, Besos!!
ResponderEliminarJajajajaja, ya tengo gracias, lo bueno o malo es que creo que escribirás unos cuantos libros mas y yo estaré para leerlos, animo, hasta pronto.
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